Omnia Res

a torre vixía 

Mi previsión estadística sobre el Xacobeo 2010

Autor:

Xosé Luís Barreiro Rivas

Fecha

4/1/2010(Publicado en La Voz de Galicia, Opinión)

Para que llegasen a la tumba del Apóstol 10.000.000 de peregrinos tendrían que entrar en la santa aldea del Finisterre 27.397 visitantes diarios. Y para que tal cosa sucediese tendrían que arribar a Santiago, cargados solo con peregrinos, 5 expresos, 41 aviones A320, 166 autobuses, 1.000 caminantes y unos 3.500 vehículos. Y así todos los días del año. Porque de ser cierto lo que dice la Dirección Xeral de Turismo -que el 80% llegan en verano- entre junio y septiembre tendrían que entrar más de 66.000 peregrinos diarios, equivalentes a 12 expresos, 102 aviones, 405 autobuses, 2.450 caminantes y 7.318 automóviles. ¡Y salir otros tantos!

Para que los peregrinos estuviesen dos minutos en la catedral -porque no contemplo la estúpida idea de que haya viajeros que no la visiten- tendríamos que meter en la basílica 19,5 almas por minuto, contando con que estuviese abierta -como las gasolineras- día y noche. Y eso solo puede hacerse con peregrinos militarizados y marcándoles el paso -«¡un, ós, és, aro!». Con la catedral abierta 12 horas tendrían que entrar 39 por minuto.

Si el verano fuese lo que dice Turismo, entre junio y septiembre entrarían en la pobre catedral 65.000 almas diarias, 2.778 por hora si la catedral no cierra nunca, y hasta 92 por minuto si la catedral cierra de noche. Y para eso se necesitaría triplicar el tamaño de la basílica -desde el Obradoiro a San Fiz de Solovio y desde San Martiño Pinario hasta el Toural-, además de añadirle una docena de puertas santas y seis botafumeiros. En esta nueva catedral habría que celebrar 30 misas del peregrino diarias, de cinco minutos de duración. Porque el resto del tiempo sería necesario para desalojar y rellenar el templo entre misa y misa.

¿Dónde comería y dormiría esa gente? ¿Qué caja fusionada recogería tanta limosna? ¿Quién iba a fabricar tanto incienso, tocar tanto órgano y confesar tanto pecado? ¿Cuántas fotos le harían a Zapatones? Desde 1993, cuando la calenturienta imaginación de la Xunta se movía por los 5.000.000 de turistas, toda la contabilidad del Xacobeo es una bufonada, que se manifiesta también en los cálculos del PIB y de la ocupación hotelera, salvo que entre los visitantes incluyamos -que todo puede ser- a los miles de funcionarios, administrados y estudiantes que vienen diariamente a la capital, y a los compostelanos que pasan el finde en Sanxenxo.

Una ojeada a los viajeros del ferrocarril y de Lavacolla, comparándolos con los años intermedios, le dejaría cara de parvo a cualquiera que usase la estadística oficial. Y por eso conviene bajarse de la burra antes de que todo caiga en el más espantoso ridículo. Porque a tan hermoso y grande acontecimiento le sienta fatal tanta paletada.